A ROKO, MI PERRO… (se fue el 21 de marzo de 2006)

“No hay argumentos
Para los sentimientos…”
Dice la letra de una canción…
Y cuánta razón tiene…
No hay nada que determine
A quién podemos amar,
Sólo nace y se queda en nuestro
Corazón, y allí anida
Y se hace fuerte, y crece…
Y cuando nos damos cuenta
Se hizo tan grande que se adueñó
De nuestra vida, de nuestras horas…

Por eso, cuando ese ser falta,
Cuando ese alguien se va,
Quedamos vacíos… huecos…
Con las manos donde tiemblan las caricias,
Con la boca donde anidan los besos,
Con los brazos donde pesan los abrazos
Que no tenemos a quién dar…
Que se pierden en al aire…
Y esas palabras plenas de ternura
Son sólo un eco que se callan y se van…
Ya no está más quién las reciba…
¡Y duele el alma…! ¡Cómo duele…!

Sólo los recuerdos nos acompañan,
Esos momentos compartidos,
Que pueblan nuestra memoria.
Las imágenes de instantes felices
Que perduran y nos confortan
Donde nos refugiamos buscando,
En vano intento, encontrar la fuerza
Para seguir adelante sin caer.

Nos queda agradecerle a la vida
Por habernos permitido compartirlas
Por ese año, (apenas un añito…) de felicidad
Que nos regalaste con tu presencia…
Con tu alegría, tu vitalidad,
Tus juegos y tus locuras…
No nos reemplaza tu ausencia
Pero, ayuda a mitigar el dolor
De no verte nunca más…
De no escuchar tu voz…
De no sentir tus manos grandes y fuertes
De no verte correr y saltar por el patio…

Es duro acostumbrarse a no tenerte
Más a nuestro lado, siempre alegre, inquieto…
A no verte asomado a la puerta
Mirando hacia dentro, esperando una señal
Para salir corriendo a perseguir mariposas
O a las graciosas palomas y gorriones
Que sabiendo de tus juegos
Te seguían cómplices con sus vuelos raudos
¡Tentándote a alcanzarlos…!

O jugando con el agua. Tanto te gustaba…
Que apenas empezaba a llover
Te perdías en cabriolas y saltos
Tratando de atrapar las gotas de lluvia
En medio del patio, chapoteando feliz.
O intentando “morder” la cortina transparente
Que caía por el borde de la galería
Formando largas guías de perlas cristalinas

Y eras tan bonito… tan especial…
Con una carita redonda y ñata…
Y unos ojos tan expresivos…
Que comprabas al que, descuidado,
Te mirara más de un momento…

Pero bueno, quiero creer que ahora
Estás con mi otro amor: Malevo,
Los dos trotando por inmensas praderas verdes
Llenas de mariposas y de flores…
Corriendo y saltando los dos en un eterno juego…
Persiguiendo a los ángeles que, seguro,
También juegan y se divierten
Tratando de escapar y de esconderse…

Te extraño mucho… Te quiero, mi perro…
Hasta que nos volvamos a encontrar…
22/03/06