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domingo, 27 de junio de 2010

Había una vez...


Hola Amigos: Quisiera compartir esta historia con Uds. Sé que la van a apreciar.

La señora que me trae la Comunión todos los domingos hasta mi casa, viene por la tarde de un día cualquiera, a pedirme ayuda como "pintora", ya que un sacerdote salesiano de nuestra comunidad, le había hecho un encargo, (para ella, por demás difícil). El Padre Tiberi, de él se trataba, le pide que pinte la imagen de la Virgen, tal como se había aparecido en la ciudad de Formosa, en casa de una familia conocida de esa ciudad.

Para ello, traía, en una fotocopia, las especificaciones, dadas por la misma Madre, y, apenas visible, un dibujo de la Virgen, tal y como se había aparecido a esta gente. Ya les mandaré una copia de todo eso. La Virgen se apareció en la casa de esta familia, una tarde del 11 de julio de 2005, sobre una pared del comedor de diario, como si fuera una pantalla de televisión. Estaba con ellos una vecina, que parece que es la verdadera vidente, y a ella le dicta lo que debe hacer. El esposo de la dueña de casa toma unas fotografías del suceso, pero no salen muy bien. Por lo que la vecina le pide, a la Virgen, que le de detalles de la imagen que veían. La Virgen le dio tiempo de buscar una birome y marcar, como pudo, sobre la pared, la figura que veía. Y luego le "dictó" las especificaciones y los significados de cada cosa que formaban su imagen. Con la petición de que hicieran pintar dicha imagen, para que fuera venerada, con promesas de bendiciones y protección para quiénes le rezaran. (Luego mandaré las oraciones, ya que aún no las tengo).

Con todo esto, se vino el padre Tiberi hasta Curuzú y la vio a esta señorita para que la pintara a la Virgen, tal y como lo había pedido Nuestra Señora, quién dijo ser: "Nuestra Señora de la Sagrada Eucaristía". A esta pobre mujer, se le vino el mundo encima, ya que ella, fuera de algunas cositas simples y sencillas, no se dedica a la pintura. ¡Y menos de tamaña envergadura!
Ergo: se vino hasta nuestra casa con el dilema y el pedido de ayuda para cumplir con dicho encargo. Encima, con una copia tan mala de la fotocopia que apenas se divisaba algo de lo que allí se decía y se mostraba.

Para hacerla corta, y aunque nunca había pintado imágenes de la Virgen (pese a haberle prometido muchas veces que lo iba a hacer...), no me pude negar. Y como primera medida, traté de buscar por Internet, imágenes lindas de Ella, como para tener referencias y "copiarlas" si me gustaban. Así encontré varias, incluso bajo esa advocación. Pero no eran iguales a lo que Ella pedía. Y las dos, esta señorita y yo, cada una con un cuadro, nos dispusimos a pintar a la Virgencita.
Yo dirigía el trabajo de las dos. (¿?)
Y el Padrecito, que no nos dejaba solas ni estando en Formosa, ya que llamaba cuando podía por teléfono. O se venía en los momentos más inesperados, a controlar la marcha del proyecto y a ver si se correspondía con lo que veían estas dos mujeres.

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