Último cuadro

Les muestro mi último cuadro, en ejecución. Aún no está terminado. A medida que van saliendo los elementos, veo si agrego o saco alguno. Por ahora, creo que le cambiaré el fondo, más oscuro, para que le de más fuerza a la obra y para compensar el balance de la pintura.

Hacía rato que no hacía bodegones, y la verdad, sin quererlo, mi mano y los pìnceles, se hicieron dueños del lienzo, y salió la composición, tranquila, pacífica y a la vez, luminosa y con cadencias de tarde lluviosa.

Como siempre digo, todo tiene que ver con todo.

Fíjense que en ese lienzo había comenzado a pintar una jovencita que llevaba flores en la bicicleta. Pues desde el año pasado estaba inconcluso. Desde la pared me miraba y me invitaba a terminarlo o a hacer algo con él. Y esa tarde de lluvia, en que iba a estar sola, ya que mis alumnas no vendrían, por lo feo del tiempo, me decidí a bajar el cuadro y darle forma definitiva.

¡Pobre niña! La del cuadro.

Nunca habrá pensado que iba a terminar dentro de un jarrón de bronce, flanqueada por unos morrones...Pero esa es la inspiración... Y no se la puede detener o cambiar. Es la magia de crear... ¡Nada tan complejo e intrincado como la inspiración! ¿Qué hace que la dispare? ¿Qué la motiva? ¿De dónde parte? ¿Cuál es el mecanismo oculto y misterioso que la maneja? ¿Por qué esto y no lo otro?