Nota del diario "EL LITORAL" sobre mi

RECONOCIMIENTO PARA LA GRAN ARTISTA CURUZUCUATEÑA

Susana Moreno de Rey, mujer del Bicentenario

Fecha Publicación: Domingo, 18 de Julio de 2010

Tiene 64 años y desde adolescente reside en Curuzú Cuatiá. Dirige un pequeño y acogedor taller en su domicilio particular. Fue distinguida con muchos premios, aunque considera que el más importante, es el regalo de la vida junto a sus afectos.
Susana recibió a El Litoral en su atelier de Curuzú Cuatiá.

Allí pinta y dicta clases.

"Fui trasplantada a esta ciudad en plena adolescencia y de inmediato me consustancié con ella; la adopción fue mutua”, dice Susana Moreno de Rey, quien recibe a El Litoral en su casa particular en pleno centro de Curuzú Cuatiá.

Acaba de recibir una distinción que la denomina “Mujer Curuzucuateña del Bicentenario” y la ceremonia se cumplió en la Sala Cervantes, con gran participación del público ante esta original propuesta de elegir a 200 damas (algunas con reconocimiento post mortem) en el transcurso de 2010.

En esa oportunidad se dieron a conocer las postulaciones de mujeres sobre las cuales un jurado, elegido especialmente, fue invitado a analizar cada curriculum y determinar quiénes de esas mujeres postuladas, serán las que luego integren, simbólicamente la lista.

El jurado estuvo integrado por Roberto Martínez Grossi; Horacio Julio Rodríguez; Eric Von Caló; Miguel Dal Lago; Eduardo Galli; Manuel Sosa; Miguel Ángel Marticorena; José Corradini; Luis Tripaldi; Raúl Gauna; Rodolfo Santini; Luis Ricail; Antonio Obregón y Jorge Deza.

En esta primera entrega, 30 fueron los nombres designados en distintos rubros que hacen a la función pública y privada, a las atenciones artísticas y solidarias, del deporte y los emprendimientos.

Susana Moreno recibió su diploma en el rubro artístico, pero además es Documentóloga Pública Nacional, profesión que ejerce en su ciudad junto con la enseñanza del dibujo y la pintura.

“Una de mis más puntuales alumnas es mi madre, María Angélica Novilles de Moreno, que a los 90 años no falta a clases”, señaló.“Susy”, como se la conoce en la ciudad, a muy temprana edad comenzó sus estudios de arte, en la ciudad de Buenos Aires, primero con su abuela, profesora de Bellas Artes, doña Élida E. Cuestas Campodónico de Novilles; más tarde, con el conocido profesor de Bellas Artes, Miguel Ángel Dasso. Años más tarde, continuó y terminó la carrera en la Escuela Nacional de Bellas Artes “Manuel Belgrano”.

En la ciudad de Curuzú Cuatiá, realizó el curso de capacitación en Dibujo y Pintura que dicta el Instituto del Profesorado. Asistió a diferentes cursos de perfeccionamiento en Dibujo, Pintura y Escultura que dictaron los profesores Ricardo Dente, Campodónico y otros conocidos artistas nacionales. Integró el Taller de las Luces, que dirigía el arquitecto Tomás Hugo Espinosa.

Expuso sus obras en Buenos Aires, Uruguayana (Brasil) y en Corrientes, pero también promociona a sus alumnos, incentivando las presentaciones cada dos años, en distintos salones.

Fue especialmente convocada para ilustrar dos de los cuentos del libro del doctor Reneé Borderes, ‘Esa luz, la luz” ; recibió el premio “La Taragüí”, año 2009 y en el rubro cultura, por sus aportes y trabajos artísticos, de gran calidad y expresividad.

También su obra literaria fue seleccionada, (entre más de 2.600 escritores de distintos países de América), para integrar el IV tomo de la “Antología literaria de escritores de habla hispana”, en abril de 2009.

“Después de haber incursionado por distintos estilos de pinturas y haber estudiado en detalle, el arte y la forma a través de la mirada de diversos pintores, tanto contemporáneos, como renacentistas y de todos los tiempos, dejé decir a mi espíritu, y me incliné por la pintura realista. El arte es un ida y vuelta entre el espectador y el artista, que ha tratado de plasmar su sentir en el lienzo. Si se consigue la comunicación, misión cumplida", agrega.

“¡Somos dueños de todo lo que ocurre en el cuadro! Nosotros decidimos qué va con qué o con quién. Si es de día o de noche. Si la luz es más fuerte o apenas deja vislumbrar los volúmenes. ¡En esos momentos, participamos de la función creadora de Dios! El cuadro pasa a ser nuestro propio universo”, sigue.

Susana jamás retrocede en sus proyectos, aun con un difícil impedimento físico que no quita brillo a su mirada.

Muchas de sus obras ya no están en suelo argentino, pues han sido vendidas en otros países, como Brasil, Uruguay, Italia y hasta la lejana Australia.

“Esta excepcional artista plástica, enriquece el acerbo cultural de la ciudad de Curuzú Cuatiá, siendo una de sus principales y más destacadas exponentes a la hora de representar a su ciudad”, dijo el jurado al hacer pública la nominación.

Para Susana esposa (de Fernando), madre (de Marcela, Natalia, Martín y Julián) y abuela (de los mellizos Bárbara y Franco, de Fabio y Veronna), no hay mejor regalo que el de la vida junto a sus afectos.

Destacada por su ciudad, prestigiada por sus obras, la fuerza del espíritu se contempla en cada obra pictórica que lleva su firma.



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